Las cortinas de ducha son cada vez menos utilizadas dado que hoy en día existen otras opciones que suplen a la perfección la función que ésta hacía y porque la decoración de los baños actuales no es para nada compatible con este producto que nos ha acompañado durante muchos anos en los baños de nuestros hogares. Por ello ha llegado el momento de decirle adiós a la cortina de nuestra ducha, pero hay otras razones además de las decorativas para despedirnos de ella.
¿Por qué decirle adiós a la cortina de ducha?
Cuando no se tiene cortina de ducha, lo mejor es instalar una mampara, por su firmeza y por la sensación de amplitud que proporciona, algo que no crea la cortina, porque lo único que crea es un espacio cerrado. Además una cortina siempre será mucho menos segura en caso de un resbalón, porque no podremos sujetarnos a ella para enderezarnos o evitar la caída, cosa que sí pasa con las mamparas, por lo que este es un punto muy importante a tener en cuenta, especialmente si en casas hay personas mayores o con problemas de movilidad reducida. A veces, la cortina de baño puede ser complicada para limpiar, algo que hay que hacer de manera periódica dado que en ella, y según datos revelados por estudios realizados en este campo, puede contar con la presencia de varios cientos de miles de bacterias y gérmenes y limpiar una cortina es mucho más complejo que una mampara de baño, por ejemplo. Las mamparas de ducha son la opción perfecta para sustituir las tradicionales cortinas, son más higiénicas, prácticas, modernas y las puedes conseguir a precios muy accesibles en el mercado. Ahora ya tienes tres razones para despedirte de tu vieja cortina de ducha y optar por una mampara: una mayor sensación de amplitud en el baño, mayor seguridad contra caídas y un mantenimiento y limpieza mucho más sencillo que la cortina de ducha tradicional. ¿Cuál es tu excusa para seguir manteniéndola?