Los lavabos son elementos sanitarios utilizados en los baños, tanto privados como públicos, con el fin de servir como recipiente o superficie que permita el aseo de las personas. Para que sean impermeables, se fabrican generalmente de materiales cerámicos, metal, vidrio, o madera tratada. (Leer más)
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Preguntas frecuentes
Si tienes dudas sobre qué lavabo deberías elegir para tu baño aquí te dejamos algunos consejos que te ayudarán.
Si necesitas desechar o tirar un lavabo, ya sea porque se ha roto o porque simplemente quieres cambiarlo y renovarlo por lo general en España debes hacerlo en un Punto Limpio disponibles en cada localidad y donde puede tirar cualquier cosa que necesites.
En algunos municipios existe un servicio de recogida gratuito de enseres que podría recogerlo, para ello debes informarte en tu ayuntamiento.
Thebath.es dispone de la mayor variedad posible de lavabos baratos para comprar online y recibir en casa en 24/48 horas. Disponemos de gran variedad de colores, diseños y tipos de instalación para que puedas comprar el lavabo perfecto para tu baño, desde las medidas más pequeñas a las más grandes, desde lavabos baratos y sencillos hasta complicados diseños especiales.
Aunque en esencia son lo mismo, la sutil diferencia entre lo que podemos llamar lavabo y lavamanos se refiere especialmente al uso del mismo, y que generalmente está relacionado con su tamaño.
Solemos llamar lavabo a aquel de tamaño mediano que podemos utilizar para el aseo personal general o incluso para lavar ciertos objetos como pequeñas prendas de ropa. Sin embargo, llamamos lavamanos a aquellos lavabos cuyo tamaño no permiten más que el lavabo de las manos, y suelen instalarse en baños de tamaño muy reducido.
Para hablar de la aparición del lavabo tenemos que remontarnos a Cartago, la Antigua Grecia y la Antigua Roma. Originalmente era un recipiente donde se vertía agua y se tiraba al terminar de usarla.
Aunque no formaba parte del uso doméstico, era sobre todo usado en iglesias como pilas de agua bendita.
No fue hasta finales del siglo XV cuando Venecia destacó en la fabricación y venta de lavabos para hogares. Consistían en un trípode que mantenía un recipiente de metal o madera para el agua.
Hasta la difusión de instalación fija de plomería el lavabo era un mueble, totalmente móvil, cuya función era acumular agua.
Que un lavabo se atasque no es lo más común, pero generalmente suele deberse a acumulación de cabellos y cal.
Lo primero que debemos examinar es dónde está el atasco. Puede ser cosa del bote sifónico, que conecta todas las tuberías del baño (excepto la del inodoro), o de la propia tubería que va hacía el lavabo. Para comprobar esto puedes abrir el grifo del bidé para ver si traga bien el agua, si es así, el problema será de la tubería del lavabo, si no es así, el problema puede estar en el bote sifónico.
Para solucionarlo abre el bote sifónico y recuerda el orden de las piezas para volver a cerrarlo después. Vacía la suciedad que hay dentro. Después, abre el desagüe del lavabo y quita la suciedad que puedas con la mano. Introduce un desatascador mecánico (muelle), en caso de atasco, para terminar de recoger cualquier resto que quede.
Antes de empezar a instalar un lavabo, debemos diferenciar entres los modelos posibles, pueden ser: suspendidos, sobre encimera y con pedestal.
Deberemos tener lista la instalación de fontanería para poder empezar, si no será necesario contar con manos expertas para la tarea.
Con pedestal
Primero, con la ayuda de alguien más, marcamos la altura a la que irá el lavabo sobre el pie. Retiramos y comprobamos si las marcas están a la misma altura, con la ayuda de un nivel de burbuja. En este mismo paso medimos la longitud del tubo del desagüe que vamos a necesitar.
A continuación necesitamos un taladro, para realizar los agujeros en la pared. Recomendamos dar un golpe seco en la pared con un destornillador de estrella y un martillo para que el uso del taladro sea más sencillo a la hora de pasar el azulejo. Colocamos los tacos y golpeamos con un martillo hasta dejarlos a ras de la pared.
Cortamos el tubo de pvc a la medida que tomamos antes. Si el desagüe va al suelo, solo necesitaremos un tubo. Si va a la pared, tenemos que usar dos tubos y un codo que los conecte. Pegamos el tubo al suelo como mucho pegamento para pvc. Si son dos tubos, también hay que aplicar pegamento en el codo para evitar fugas.
Terminamos poniendo el pedestal y el lavabo sobre él, atornillamos, conectamos el desagüe al lavabo y sellamos las juntas que han quedado.
Sobre encimera
Colocamos el lavabo en el lugar que queremos colocarlo y lo marcamos. Seguimos haciendo un agujero en la superficie para que pase el desagüe y el sifón. Tras esto, colocamos el lavabo en su sitio y conectamos. Fijamos con silicona el lavabo al mueble y listo.
Suspendidos
Medimos la altura a la que vamos a colocar el lavabo, lo habitual es entre 80 y 90 cm. En el punto elegido medimos horizontalmente la distancia de separación entre los agujeros que vamos a realizar en la pared para fijar el lavabo. Con un taladro, hacemos los agujeros con la broca pertinente para los azulejos, o marcamos con un destornillador de estrella y un martillo para descascarillar la pared. Introducimos los tacos y dejamos al ras de la pared.
Seguido instalamos el grifo al lavabo, fijando los latiguillos del agua fría caliente al grifo. Sellamos todas las posibles juntas del grifo al lavabo.
Después colocamos el sifón y la válvula. Sifón por abajo y válvula por encima. Comprobamos que la junta inferior está bien colada.
A continuación fijamos el lavabo a la pared con los tornillos de fijación unidos a los tacos.
Terminamos con las conexiones de agua y listo.
No todos los lavabos precisan de los mismos cuidados o productos para su limpieza, debemos tener en cuenta el material del que están fabricados.
Para lavabos de cerámica, lo mejor es usar agua y un paño limpio, pero en caso de que sean más profundas podemos aplicar vinagre.
Para los de carga mineral, melamina, solid surface y resina con agua y jabón será suficiente. Para manchas más difíciles podremos usar detergente líquido y un estropajo limpio.
Los lavabos de piedra necesitan jabón suave y una esponja no abrasiva, que no dañe el material.
Para los de acero inoxidable no podemos usar nada que pueda rayarlo. Con una esponja o un paño suave y productos diseñados para el acero inoxidable, aunque como remedio casero se puede usar vinagre.
Para los de cristal es tan sencillo como usar un pulverizador con agua y vinagre, rociar y dejar actuar unos minutos. Se aclara y se seca con un paño suave y limpio.
Con los de latón es recomendable usar un estropajo de crin y vinagre. Aclaramos con un poco de agua y lavavajillas y secamos con un paño.
Para los de mármol con un paño húmedo y piedra blanca será suficiente.
Un cuarto de baño pequeño no debe presentar un problema a la hora de su decoración. Es posible encontrar muebles de baño baratos de 45 cm de fondo y desde 60 cm a 80 cm de ancho para espacios reducidos, pero con el espacio de almacenaje bien distribuido para su uso.
Los lavabos nos ofrecen cantidad de opciones para conseguir el cuarto de baño deseado independientemente de su tamaño.
Contamos con los lavabos sobre mueble, que ocupan toda la superficie superior. Son a medida y con diferentes diseños.
Otras de las opciones es la de lavabos sobre encimera. Estos tienen un tamaño fijo, pero entre ellos hay de varios tamaños y materiales.
En el caso de no optar por un mueble de baño, también está la posibilidad de elegir lavabos suspendidos o esquineros, para aprovechar al máximo el tamaño del que disponemos.
Hay muchos materiales diferentes que se pueden usar para un lavabo, cada uno con sus propias ventajas y desventajas. Algunos de los materiales más comunes son:
Cerámica: Durable, resistente a las manchas y fácil de limpiar.
Cristal: Ofrece una apariencia elegante y es fácil de limpiar.
Resina: Ofrece una amplia gama de colores y patrones, y es resistente a las manchas y las rayaduras.
Piedra: Como mármol o granito, ofrece una apariencia única y es duradero, pero puede ser más caro y requiere un cuidado especial.
En resumen, la mejor opción depende de sus necesidades y preferencias personales. Por ejemplo, si desea un material económico y fácil de mantener, la cerámica o la resina compuesta podrían ser buenas opciones.
Si quieres pintar un lavabo de baño, sigue estos pasos:
Es importante tener en cuenta que la pintura puede requerir algún tiempo para curarse completamente antes de usar el lavabo nuevamente. También es importante seleccionar la pintura y el sellador adecuados para la superficie del lavabo y seguir cuidadosamente las instrucciones del fabricante.
El tipo de lavabo que es mejor depende de tus necesidades y preferencias personales. Aquí hay algunos tipos comunes de lavabos y sus características:
Lavabo de pedestal: Este tipo de lavabo se apoya en un pie y esconde las tuberías. Es una opción elegante y espaciosa para baños pequeños.
Lavabo sobre mueble: Este tipo de lavabo se coloca sobre una encimera o un mueble, lo que lo hace perfecto para baños con espacio limitado.
Lavabo suspendido: Este tipo de lavabo se monta directamente en la pared, lo que ahorra espacio en el piso. Es una opción popular para baños modernos.
Lavabo sobre encimera: Este tipo de lavabo tiene patas y se apoya en una encimera o un mueble, lo que lo hace una opción elegante y estilizada para baños más grandes.
Lavabo doble: Este tipo de lavabo tiene dos senos, lo que lo hace perfecto para parejas o familias con varios usuarios.
También es importante considerar el material del lavabo, ya que cada uno presenta unas ventajas diferentes. Algunos materiales comunes incluyen cerámica, cristal, mineral composite y resinas.
El primer registro de un lavabo o una pila para lavarse las manos data de la antigua Grecia y Roma, donde se usaban recipientes para recoger agua. Sin embargo, el diseño moderno del lavabo se inventó en el siglo XIX. No se conoce una fecha exacta, pero en el siglo XIX se comenzó a producir y utilizar lavabos de porcelana con grifos para el agua caliente y fría. Desde entonces, el diseño y la tecnología de los lavabos han evolucionado y mejorado significativamente.
Para limpiar un lavabo de mármol de forma efectiva, utiliza productos de limpieza suaves y no abrasivos como jabón suave o detergente neutro diluido en agua tibia. Evita productos con ácido, amoníaco, vinagre o limón que puedan dañar la superficie. Utiliza paños o esponjas suaves y no abrasivas para limpiar la superficie del lavabo.
En el uso diario, para un mejor mantenimiento es recomendable secar con un paño de microfibra el lavabo después de cada uso para evitar manchas. Para una limpieza un poco más profunda tan solo será necesario usar una mezcla de agua con detergente. Hay que evitar utilizar estropajos o lana de acero para dañar la superficie. El vinagre siempre ha sido muy usado en la limpieza de baño por su acción desinfectante.
Para facilitar esta tarea de aseo personal, los lavabos incluyen una serie de elementos de grifería y fontanería que proporcionan agua fría o caliente, y también elementos que permiten su desagüe.
En función de su instalación, se pueden distinguir varios tipos de lavabos:
Probablemente estos sean algunos de los más habituales y clásicos. Se encuentran apoyados sobre un pedestal que suele ser también cerámico o de un material similar al del propio lavabo..
Su precio suele ser económico y por lo tanto esta es su principal ventaja. Sin embargo, se desaprovecha bastante el espacio, pues comparándolos con los muebles de baño que se utilizan actualmente, el espacio que hay debajo del lavabo no se utiliza para nada, convirtiéndolo en un lugar mal utilizado..
Los lavabos suspendidos o también llamados murales, son aquellos que se anclan a la pared, no necesitando ningún pedestal para sostenerse.
En algunos casos llevan en su base un semi-pedestal, que realmente hace más las veces de adorno de transición entre un pedestal normal y uno más moderno.
En la actualidad son muy utilizados por su aspecto minimalista y limpio que dan al baño.
Debido al uso extendido de los muebles para el baño, el lavabo sobre mueble es uno de los más utilizados en las casas.
Son aquellos que podemos encontrar encastrados en los muebles con cajones, y suelen tener parte de encimera en la que poder poner los elementos habituales de aseo diario.
Existen muchas opciones de diseño y materiales, y puedes comprarlos sin mueble para cambiar el que ya tengas en casa, o incluso puedes comprar u soporte para lavabo sobre mueble.
No podían faltar en nuestro catálogo los más actuales de todos, los sobre encimera.
Llamamos así a aquellos que se colocan sobre una encimera o un mueble con encimera, pero que van separados completamente entre ellos, de modo que se pueden hacer miles y miles de combinaciones, consiguiente así resultados únicos en cada caso.
Si quieres un baño especial y moderno, esta será tu mejor opción.
Generalmente, los lavabos se instalan a una altura entre los 82 y 86 cm sobre el suelo. Esta altura variará en relación a la altura de quién los vaya a usar habitualmente, por lo que es muy importante tener en cuenta las medidas para poder asegurar que el aseo personal se podrá realizar con toda comodidad, no quedando el lavabo situado demasiado alto o demasiado bajo.
La instalación será más o menos sencilla dependiendo del tipo de lavabo escogido, por ejemplo, los suspendidos, aunque son menos conocidos, tiene una instalación muy sencilla debido a su anclaje sencillo a la pared. Los lavabos sobre mueble quizás puedan resultar más complicados, sobre todo porque antes hay que medir muy bien la ubicación del mueble de baño.
A la hora de amueblar un baño con mobiliario de baño y elegir tanto el tipo de muebles como de sanitarios que se vayan a emplear, habrá que tener en cuenta, como se ha dicho, la altura de las personas que los vayan a utilizar, pero también las dimensiones de la propia estancia.
No será muy apropiado instalarlo de grandes dimensiones acompañado de una gran encimera si el espacio disponible es escaso.
Es muy importante tener en cuenta que los baños, principalmente son estancias que han de ser funcionales, y a partir de ahí, se deberá trabajar su estética, pero sin perder de vista su principal objetivo que es el de servir como lugar de aseo, y que por tanto deberá ser accesible, ordenado, limpio y despejado.
Después de haber solventado el asunto de la funcionalidad, haber tomado medidas y tener claro qué es lo más apropiado para nuestro baño en cuanto a facilidades y dimensiones, llega la hora de elegir entre la multitud de modelos disponibles en el mercado en cuanto a lavabos. Lo mejor es seguir los gustos propios de cada uno y buscar una solución que se ajuste a ellos, ya sea dentro de los modelos más clásicos, las últimas tendencias en decoración o modelos más arriesgados.
No olvides nunca que la mejor garantía a la hora de comprar un lavabo y que este cumpla con sus funciones durante un largo tiempo, es comprar lavabos con materiales apropiados y de los mejores fabricantes, asegurando su calidad.
