Inodoros para minusvalidos

¿Por qué comprar un inodoro para minusválidos?

Si te preguntas si realmente vale la pena comprar un inodoro para minusválidos, la respuesta es un rotundo sí. Quizás a primera vista te pueda parecer que un inodoro para minusválidos es en esencia muy parecido a uno estándar, pero lo cierto es que hay unas diferencias clave que aunque pueden no ser evidentes, son importantísimas en el día a día de una persona con limitación de movilidad. Los inodoros normales pueden ser un verdadero reto para las personas con discapacidad. Es posible que no puedan sentarse en el asiento del inodoro o que les resulte difícil mantener el equilibrio. En función de la discapacidad de movilidad en concreto, puede ocurrir que sea posible sentarse, pero luego sea imposible levantarse. Los inodoros para minusválidos tienen una serie de características que los hacen más accesibles, como una altura específica, una apertura más amplia, e incluso la posibilidad de añadir asas para ayudar a mantener el equilibrio. Tanto si tú eres una persona con una discapacidad de movilidad como si tienes un familiar o un amigo cercano con esta condición, instalar en casa un inodoro para minusválidos que le haga la vida más fácil puede ser una buena idea.

¿Cómo elegir un inodoro para minusválidos?

Una vez tengas claro que quieres comprar un inodoro para minusválidos, necesitarás saber qué aspectos debes tener en cuenta a la hora de seleccionar el apropiado. Más adelante analizaremos con precisión algunos de estos campos, pero es bueno saber lo que debes tener presente desde el principio: Altura: El inodoro debe ser de fácil acceso, por lo que hay que tener en cuenta tanto la altura del asiento como la de la propia cisterna. Anchura: El asiento debe ser lo suficientemente ancho para evitar caídas. Hay que tener en cuenta que será necesario desplazarse desde la silla hasta el inodoro. Espacio libre alrededor: Tanto para aproximarse en silla al inodoro como para poder desplazarse hasta y desde él sin tropezar y sin obstáculos, es necesario contar con espacio disponible alrededor del propio inodoro. Peso de los elementos: Si bien es cierto que el inodoro no lo estaremos moviendo de un lugar a otro, si tiene piezas móviles que haya que desplazar o presionar, estas deben ser ligeras y fáciles de utilizar, sobre todo en caso donde el usuario tenga limitaciones motoras que no estén limitadas únicamente a las piernas, sino también una pérdida de fuerza en brazos o manos. Bidet incorporado: Una alternativa podría ser optar por un inodoro estilo asiático que incluya un bidet incorporado, una opción higiénica cada vez más popular. Caída amortiguada: Por último, no hay que descartar elegir uno que cuente con una tapa con caída amortiguada. De esta forma, al cerrar la tapa no caerá impactando contra el asiento, sino que caerá lentamente. Personas con movilidad motora encontrarán beneficios en este elemento al no tener que realizar todo el recorrido con el brazo al cerrar la tapa.

¿Cómo funciona un inodoro para minusválidos?

El funcionamiento de un inodoro para minusválidos no es diferente del de un inodoro convencional en lo que a la evacuación de agua se refiere. Tenemos un sistema hidraúlico, un efecto sifón y las mismas tomas de salida y entrada de agua. Esto hace que la instalación de un inodoro para PMR no sea más difícil que la de uno estándar. Simplemente tendríamos que adaptar las alturas según la instalación de las tomas de agua y la salida del desagüe, pero esto es algo que tenemos que hacer prácticamente con cualquier inodoro del mercado debido a la inmensa diferencia de las instalaciones que hay en cada hogar. Por otro lado, sí encontraremos más diferencias en las funciones accesorias, como podría ocurrir si el inodoro tiene un bidet incorporado, pues entonces sí necesitamos asegurarnos de que el grifo cuente con alimentación de agua. No obstante, en esencia no existen diferencias notables entre el funcionamiento de un inodoro para minusválidos y un WC tradicional. No obstante, no debes preocuparte demasiado por el funcionamiento cuando estés eligiendo qué inodoro para minusválidos comprar, ya que en esencia no hay diferencias notables.

¿Qué altura debe tener un inodoro para minusválidos?

Quizás la principal duda de los compradores a la hora de instalar o comprar el inodoro para discapacitados es qué altura debe tener. Y es que el factor principal a tener en cuenta a la hora de tener un inodoro adaptado para minusválidos. Aunque estamos acostumbrados a ver lavabos para minusválidos más bajos porque son más accesibles para personas con movilidad reducida, en el caso del inodoro sucede lo contrario. Los inodoros podrían tener que ser algo más altos que los estándar. Esto es debido a que resulta más sencillo desplazarse desde una silla hasta un inodoro de más altura. Además, al no quedar tan abajo el inodoro, resulta más fácil desplazarse de nuevo hasta la silla sin tener que hacer un gran esfuerzo. Al final estamos “compitiendo” con la gravedad, y cuánto menos esfuerzo haya que hacer para elevarse más sencillo resulta para el usuario el paso hasta la silla. La altura ideal a la que debe estar un inodoro para minusválidos es de unos 50 centímetros aproximadamente. En realidad, si elegimos cualquier inodoro para minusválidos que vaya apoyado en el suelo, este ya contará con la altura idónea. No obstante, hay que tener en cuenta también que una persona más grande podría llegar a tener una silla más alta. En estos casos también sería interesante instalarlo algo más elevado. Si es necesario instalar a una altura diferente el inodoro, una buena opción son los inodoros suspendidos. Los hay específicos para minusválidos, aunque uno no específico puede ser una buena opción si simplemente queremos poder elegir la altura de instalación. En cualquier caso, si optas por un inodoro suspendido para minusválidos y lo que estás buscando es saber la altura estándar a la que deberías instalarlo, ten presente que la sección superior del inodoro debería estar a unos 50 centímetros del suelo.

¿Puedo adaptar un inodoro para minusválidos o es mejor comprar uno específico?

Y si te planteas si es mejor adaptar un inodoro estándar para el uso de minusválidos o comprar uno específico, debes tener muy presente que siempre lo mejor será comprar uno específico. Aunque puedes adaptar uno estándar añadiendo barras de ayuda laterales, o añadiendo una plataforma inferior para modificar la altura del inodoro, lo cierto es que las diferencias entre un inodoro para minusválidos y uno convencional son importantes respecto a los elementos que incluyen para facilitar la vida a personas con movilidad reducida. Es más, incluso aunque elijas un inodoro para minusválidos, elementos como las barras de baño para PMR también son recomendables, por lo que lo ideal sería contar con todo aquello necesario para facilidad el día a día de cualquier persona que se desplace en silla de ruedas. Obviamente, si va a ser un inodoro utilizado muy ocasionalmente por una persona con movilidad reducida, podrías plantearte solamente añadir algunos elementos para adaptarlo. No obstante, para un uso habitual no hay duda alguna de que lo mejor que puedes hacer es elegir un inodoro para minusválidos específico, pues además, aunque hay cierta diferencia de precio, esta no es muy notable, y no son cifras relevantes para un elemento que además no cambiaremos hasta dentro de mucho tiempo.