Los inodoros suspendidos son una de las tendencias actuales en cuanto a equipaciones de baño se refiere, siendo un auténtico placer visual poder tener un baño con estas características dado que ocupan mucho menos espacio y dan mucho estilo, independientemente de cuál sea la decoración predominante, algo de lo que no pueden presumir los inodoros más clásicos. En este caso vamos a hablar del por qué debemos comprar un inodoro con cisterna suspendida, porque no solo tiene la ventaja de que es mucho más visual y armónico con la decoración sino que hay otros aspectos que deberíamos tener en cuenta como por ejemplo el importante ahorro de espacio. El hecho de que la propia cisterna esté oculta, permite que el inodoro sea más pequeño que lo que estamos acostumbrados a ver, con lo que su presencia en esta estancia disminuye en detrimento de otras infraestructuras como una buena mampara de baño y una gran dura, por ejemplo. Son mucho más fáciles de limpiar que los inodoros convencionales, especialmente por fuera y por la parte de atrás e incluso el suelo. Por su parte, los inodoros más clásicos, al estar muy pegados a la pared, ofrecen ciertas dificultades para una correcta limpieza. Con las cisternas empotradas tenemos otra ventaja que no se suele tener muy en cuenta y es que la cisterna, al estar tras un tabique, no emite ningún ruido de carga ni de descarga, lo que las convierte en mucho más silenciosas que las que todos conocemos. Además, debido a que no van apoyadas, permite a los diseñadores poder establecer unas líneas más estilizadas y elegantes para el baño, consiguiendo proporciones mucho mejores, alejándose de convencionalismos y proporcionando un aspecto verdaderamente excelente a este rincón de la casa. Ahora que ya sabes algunas de las principales ventajas que tienen los inodoros con cisterna suspendida ¿cuál es tu excusa para no tener el baño como verdaderamente quieres?
