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Los grifos de ducha empotrados son una opción elegante y cómoda para diseñar tu ducha. Nos ofrece una imagen más limpia y ordenada del espacio. Dentro de este tipo de grifos podrás encontrar duchas termostáticas o monomando, entre otros tipos, que ofrecen comodidad a la hora de su uso.
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Un grifo de ducha empotrado es un tipo de grifo de ducha que se instala dentro de la pared o en la superficie de la ducha en lugar de estar montado en el exterior. En otras palabras, los grifos de ducha empotrados son grifos que no sobresalen del muro, sino que se encuentran dentro del mismo.
Los grifos de ducha empotrados son muy populares porque ofrecen un diseño limpio y minimalista. Además, el hecho de no tener grifos sobresaliendo de la pared también ayuda a prevenir la acumulación de suciedad y gérmenes, lo que los hace más higiénicos.
En cuanto a su funcionamiento, los grifos de ducha empotrados funcionan de la misma manera que cualquier otro grifo de ducha, con la diferencia de que el manejo de los mismos es desde un panel de control instalado en la ducha o en la pared y no desde el grifo mismo, el usuario puede controlar el caudal y la temperatura del agua.
Hay varios tipos de grifos de ducha empotrados disponibles en el mercado, desde los más simples que solo tienen una boquilla de ducha, hasta los más elaborados que incluyen varias boquillas, sistemas de masaje y otros accesorios.
Existen varios tipos de grifos de ducha empotrados disponibles en nuestra web, cada uno con sus propias características y beneficios. Algunos de los tipos pueden ser:
Cuando estás diseñando cualquier parte de tu casa hay que valorar todas las opciones para conseguir el resultado deseado sin tener que realizar cambios innecesarios. Para crear el espacio de la ducha necesitaremos principalmente un plato de ducha o bañera y un grifo que corresponda a su uso y a tus gustos.
En el caso de querer sustituir un grifo ya instalado por otro, sin tener la opción de realizar una obra siempre se podrá optar por los más tradicionales, como los grifos (monomando, bimando o termostáticos) con manguera. También está la posibilidad de colocar una columna de ducha, disponibles incluso con hidromasaje. Estas columnas de ducha podemos encontrarlas con un plato superior con caída en cascada o lluvia.
Pero si estás en las primeras fases de diseñar tu baño o lo estás renovando con posibilidad de hacer obra, puedes optar por poner grifos de ducha empotrados. La instalación de grifos de ducha empotrados requiere una mayor planificación y trabajo que los grifos de ducha tradicionales, ya que se necesita cavar en la pared para instalar las tuberías y los mecanismos de control. El resultado final de esta instalación dará un aspecto limpio y ordenado.
El mantenimiento en buen estado de los grifos empotrados es muy sencillo mientras no se deje pasar mucho esta tarea.
Limpia habitualmente la superficie del grifo, puedes hacerlo con un paño húmedo, aplicando un poco de vinagre disuelto con agua para quitar restos de suciedad o cal. Enjuaga y seca con un trapo para un buen acabado.
Si los grifos tienen filtros, asegúrate de limpiarlos. Puedes hacerlo sumergiéndolos en una solución de agua y vinagre caliente durante varios minutos, luego frotándolos con un cepillo suave antes de enjuagarlos con agua caliente.
La elección entre una ducha empotrada o una ducha vista dependerá de tus preferencias personales y de las características de tu baño. Algunas de las razones por las que poner una ducha empotrada son:
También hay razones por las que optar por una ducha vista:
En conclusión, ambas opciones tienen sus ventajas y desventajas, y la mejor opción dependerá de tus preferencias personales y del diseño de tu baño. Si buscas un estilo moderno y minimalista, una ducha empotrada podría ser una buena opción; si prefieres una instalación más fácil y una variedad de opciones de diseño, una ducha vista podría ser una mejor opción.