3 consejos para una ducha relajante

A todo el mundo nos gusta relajarnos después de un largo día de trabajo y no hay nada mejor que darse una buena ducha relajante con la que comenzar nuestro momento de descanso diario. ¿Qué podemos hacer para que nuestra ducha sea mucho totalmente relajante? En esta entrada te vamos a proporcionar tres consejos para conseguirlo.

  • Conseguir una buena temperatura del agua es algo primordial, el agua debe estar templada, aunque también puede subirse un poco más la temperatura. El cuerpo se relaja bajo agua caliente, por lo que este es el principal consejo que debemos tener en cuenta. Estando debajo de la ducha, algo muy recomendable es cerrar los ojos y sumergirse completamente bajo el grifo, olvidándonos de cualquier clase de problema.
  • El uso de sales minerales puede ser otro de los tips de los que no debemos olvidarnos dado que encontraremos sales que ayudan a aliviar dolores y otros que tienen propiedades relajantes, especialmente para los músculos entre muchos otros.
  • Algo que no puede faltar en una buena ducha relajante es un masaje. Si no tenemos quién nos lo haga, siempre podemos hacerlo por nuestra cuenta. Podremos ayudarnos de una esponja y también de un exfoliante corporal, con la que tendremos que ir haciendo poco a poco movimientos circulares en todo el cuerpo, especialmente en las zonas más doloridas como pueden ser la espalda, articulaciones, etc.

Son consejos muy sencillos pero que resultarán de gran ayuda a la hora de buscar el máximo relax con una ducha, especialmente al final del día, que es cuando más cansancio acumula nuestro cuerpo.

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